El nuevo etiquetado energético que entrará en marzo, haciéndonos la vida más fácil, sostenible y nos permitirá ahorrar.
El nuevo etiquetado energético que entrará en marzo, haciéndonos la vida más fácil, sostenible y nos permitirá ahorrar.
Los electrodomésticos y las etiquetas de eficiencia energética tienen una cosa muy importante en común: nos hacen la vida más fácil. Sin embargo, a medida que ha ido pasando el tiempo, han surgido nuevas necesidades -y, en algunos casos, nuevas complejidades. ¿No os ha pasado en la tienda de electrodomésticos, ver cómo se sumaban +++ a la certificación A, la más eficiente, para indicar las mejoras?
Os presentamos un pequeño gran cambio, que nace a partir del proyecto europeo Label 2020.
¿Para qué sirven las etiquetas energéticas? La legislación europea lleva 25 años regulando unos estándares que sirven para orientarnos, tanto a los consumidores como a los profesionales, sobre qué aparatos consumen más y cuáles menos, o mejor dicho, cuáles son más eficientes. Pero el etiquetado actual se ha ido convirtiendo en una paradoja. Y la etiqueta que conocemos ha ido quedando desfasada. Es por ello que el etiquetado energético se renueva, y con un fin de lo más coherente: que, a partir del 1 de marzo de 2021, ahorremos tiempo y energía comprendiendo, de un solo vistazo, cuánto consume ese nuevo horno que nos queremos comprar, cuánto ruido hace el lavavajillas, o características técnicas como el gasto de agua de una lavadora.
La nueva etiqueta energética. Los avances en innovación y tecnología aplicados a los electrodomésticos y la falta de “espacio” en la escala llevaron a la multiplicación de subcategorías, con el consiguiente lío y falta de transparencia para el consumidor. De ahí que la escala se haya simplificado y limpiado, con novedades son de diseño y también de contenido:
* Las subcategorías A y su hilera de +++ desaparecen, y se simplifica con peldaños desde la A a la G (antes solo llegaba hasta la D), según la eficiencia del aparato.
* Todo lo que antes era A pasa a ser B, o C,para así “dejar hueco” a las nuevas generaciones de aparatos que aparecerán en el futuro y que tendrán un mejor rendimiento.
* Las etiquetas incluirán un código QRen su parte superior derecha. Al escanearlo, nos saldrá toda la información del producto, ya que el código está enlazado a una base de datos de etiquetas de la Unión Europea llamada EPREL. En ella estará registrado cada aparato con sus correspondientes especificaciones.
* La claridad y la transparencia son claves en este nuevo diseño. Por ello, el consumo del producto aparece más grande y prominentey los pictogramas se han renovado parcialmente, al tiempo que se han creado algunos nuevos.
Se han creado 7 nuevas etiquetas en total que son las siguientes:
1.- Refrigeradores y congeladores domésticos
2.- Refrigeradores para el almacenaje de vino
3.- Lavadoras
4.- Lavadoras-secadoras
5.- Lavavajillas
6.- Televisores y pantallas electrónicas
7.- Fuentes de luz
Consulta este enlace para ver cada una de las etiquetas y qué tienen de nuevo cada una de ellas . Recuerda que para otros grupos de productos como aires acondicionados (ya os acordaréis de ellos cuando llegue el verano), secadoras, estufas (que tanto estamos usando estos días), o calderas, las nuevas etiquetas serán reemplazadas cuando entren en vigor los reglamentos nuevos o revisados de la Unión Europea.
Esto llevará su tiempo hasta que estén todos los cambios. Así seguiremos encontrando un doble etiquetado en productos de tiendas físicas y online, pero a partir del 1 de marzo los distribuidores tendrán 14 días laborales para reemplazar las etiquetas energéticas existentes con la nueva.
Recuerda: seguir las indicaciones de estas etiquetas a la hora de sustituir nuestros viejos aparatos puede tener un impacto nada despreciable para el bolsillo.
FUENTE: IDAE