HISPACOOP y el nuevo SCRAP para el reciclaje del sector textil y el calzado: Un paso decisivo con la responsabilidad de las personas consumidoras

  • La creación del Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para el sector textil y calzado es un avance crucial en la transición hacia una economía circular en España. Desde HISPACOOP, como organización defensora de los consumidores, valoramos esta iniciativa como una respuesta necesaria y anticipada a los retos medioambientales y legislativos que enfrenta el sector. El SCRAP, impulsado por importantes empresas del retail, cumple con las exigencias de la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados, y se alinea con la Directiva europea 2008/98/CE.
  • Este sistema, operado bajo el nombre RE-VISTE, no solo se adapta al marco legal, sino que también responde al objetivo de reducir el impacto ambiental de la industria textil y calzado, promoviendo la participación de los consumidores en la correcta gestión de los residuos.

Presentación de RE-VISTE y el proyecto piloto

El pasado 10 de octubre, la Asociación para la Gestión del Residuo Textil y Calzado presentó oficialmente RE-VISTE, el nombre con el que a partir de ahora operará el SCRAP. El encuentro, celebrado en la Real Fábrica de Tapices, reunió a instituciones, representantes de la administración, entidades y expertos para discutir las oportunidades y desafíos del sistema.

Este proyecto piloto es un paso importante para reunir a todos los actores clave y trabajar juntos en la creación de un sistema eficiente y sostenible que permita establecer una correcta recogida de textiles y calzado, en línea con los desafíos regulatorios y la demanda de la sociedad.

El director general de RE-VISTE, Juan Ramón Meléndez, destacó que, desde la creación de la asociación en 2023, su objetivo ha sido siempre posibilitar la transición hacia un modelo más eficaz en la gestión de estos residuos, y que el proyecto piloto que presentaron ayudará a avanzar en esa dirección.

Asimismo, la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), Marta Gómez Palenque, aseguró que el nuevo SCRAP constituye una herramienta clave para avanzar hacia la circularidad y una gestión responsable. Para lograrlo, el sector necesita el compromiso y la colaboración de muchos actores: los productores, los ayuntamientos, entidades locales, los recicladores y finalmente, los consumidores, quienes tienen el poder de transformar el ecosistema. El SCRAP debe ser un instrumento para avanzar en la circularidad con transparencia, asegurando una gestión eficiente y sostenible.

En este evento, se anunció el inicio de un proyecto piloto, que comenzará en abril de 2025, y que evaluará la eficacia del SCRAP en la recogida y reciclaje de textiles y calzado. Cristina Montalvá, directora general de Igualdad y Políticas Locales de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) señaló que el proyecto será supervisado en colaboración con la FEMP, y se implementará en seis municipios con diferentes características sociodemográficas, representando a una población total de 300.000 habitantes. Esta prueba será clave para ajustar y perfeccionar el sistema antes de su implantación a gran escala. El Comité de Seguimiento, compuesto por representantes de RE-VISTE y del Grupo de Trabajo del Residuo Textil de la FEMP, tendrá la tarea de monitorizar la correcta implementación del proyecto y garantizar que se cumplan los objetivos marcados.

El comisionado para la Economía Circular de MITECO, Alejandro Dorado, recalcó la importancia de esta prueba piloto, destacando que el sector textil tiene un papel fundamental y un peso muy importante en nuestro país, ya que supone el 3% del PIB, el 8% de las importaciones y factura 15.000 millones. Con la creación de RE-VISTE se está demostrando la capacidad para unir a diferentes actores y dejar la puerta abierta a nuevos para esa transformación del sector.

Expectativas de las personas consumidoras ante el nuevo SCRAP

En representación de HISPACOOP, Carmen Redondo, subrayó que el nuevo SCRAP ofrece grandes oportunidades para las personas consumidoras y debe ser un impulso significativo al reciclaje en el sector textil y el calzado en España. Apuntó que este SCRAP tiene el potencial de transformar profundamente la gestión de residuos textiles en España, y para que sea beneficioso para empresas y consumidores, debe cumplir eficazmente con el objetivo de garantizar la gestión eficiente de los residuos textiles y del calzado en el mercado español, con un enfoque claro hacia la sostenibilidad.

Es crucial que el sistema garantice la gestión eficiente de los residuos textiles y el calzado, transformando estos desechos en recursos útiles, alienando con las con las exigencias ambientales y futuras normativas. Esto no solo reducirá el volumen de residuos que terminan en vertederos o incineradoras, sino que permitirá una mayor reutilización de materiales, contribuyendo hacia un modelo de economía circular en el sector, primando los criterios de la sostenibilidad desde el momento inicial de producción hasta el reciclaje de los productos.

Así, las empresas participantes deben trabajar de manera coordinada y comprometida para avanzar hacia la economía circular y tener presente los criterios que priman la sostenibilidad, situando a las personas consumidoras en posición clave para participar en proceso para cerrar el círculo.

En consecuencia, los consumidores deben estar informados y comprometidos en todo el proceso. Para que el sistema funcione, es necesario que entendamos nuestro papel activo en la correcta separación y entrega de los residuos textiles en los puntos de recogida adecuados. Los ciudadanos no solo somos compradores, sino participantes fundamentales en este ciclo de reciclaje.

Uno de los pilares fundamentales para lograr esta participación es la transparencia.  Los consumidores quieren asegurarse de que los residuos textiles sean gestionados adecuadamente y no terminen en vertederos o sean incinerados, algo contrario a los principios del reciclaje y la sostenibilidad. Es necesario generar confianza en los consumidores para su participación.  Para ello, las empresas adheridas al SCRAP deben demostrar claramente que están cumpliendo con las regulaciones y que sus esfuerzos en sostenibilidad son genuinos, y ofrecer informes claros sobre el volumen de residuos recogidos y su destino final. Solo así se podrá generar la confianza necesaria para que los consumidores veamos este sistema como una herramienta efectiva para la sostenibilidad. Además, la colaboración entre los actores involucrados, desde los productores hasta los recicladores, es esencial para asegurar una gestión adecuada y confiable.

El nivel de transparencia no solo mejorará la reputación de las empresas participantes, sino que también incentivará a los consumidores a participar activamente en el SCRAP, al sentirse parte de un proceso más amplio y responsable de sostenibilidad.

Cambios en los hábitos de consumo.

La implementación del SCRAP también tendrá un impacto directo en los hábitos de los consumidores y en la forma en que las personas consumidoras gestionarán sus residuos textiles y el calzado. Al igual que ya hacemos con otros residuos, deberemos acostumbrarnos a separar los textiles usados y llevarlos a los puntos de recogida habilitados en tiendas, centros comerciales, colegios y otros espacios públicos y privados. Esto requerirá un esfuerzo adicional por parte de las personas consumidoras, pero es un paso necesario para reducir la carga ambiental de esta industria.

También afectará a los hábitos de compra, de tal forma que las personas consumidoras podrán optar por productos más sostenibles, sabiendo que los productos textiles adquiridos están hechos con materiales reciclables o bien que serán gestionadas eficientemente al final de su ciclo.

Es importante destacar que la implantación del SCRAP puede conllevar un incremento en los precios de los productos textiles y calzado, debido a los costes asociados con la recogida y reciclaje de los residuos. Sin embargo, desde HISPACOOP confiamos en que este aumento será razonable, proporcionado y justificado, y que los consumidores comprenderán que este coste adicional es una inversión en un modelo de producción y consumo más sostenible, que es una apuesta por la sostenibilidad en la gestión de los residuos textiles.

Sensibilización, accesibilidad y comunicación.

Para que el sistema funcione de manera eficaz, es fundamental que los consumidores estemos bien informados y sensibilizados sobre el impacto ambiental de los residuos textiles. Aunque existe una creciente conciencia sobre la sostenibilidad, aún es necesario educar a la ciudadanía sobre los daños ambientales que causa la acumulación de los residuos textiles en vertederos y las soluciones que propone el nuevo SCRAP RE-VISTE.

Las empresas y autoridades deben trabajar conjuntamente para ofrecer una comunicación clara y accesible sobre el funcionamiento del sistema, de manera que la ciudadanía pueda participar en este proceso de una forma sencilla y cómoda, convirtiéndose el reciclaje textil en un acto rutinario y habitual.

La instalación de puntos de recogida accesibles y la facilidad en la devolución de prendas usadas o el calzado serán claves para aumentar la participación ciudadana en el proceso de reciclaje.

Una gestión colaborativa y sostenible

El proyecto piloto de RE-VISTE tendrá una duración mínima de un año, tras el cual se elaborará una guía de recomendaciones basada en las mejores prácticas identificadas durante su implementación. Estas recomendaciones servirán para ayudar a los entes locales a implantar con éxito la recogida selectiva de textiles en sus territorios.

La clave del éxito de este SCRAP radica en la colaboración entre todos los actores de la cadena de valor: desde los productores y distribuidores, hasta los recicladores y los consumidores. La creación de un sistema eficiente y sostenible no solo permitirá gestionar los residuos textiles de manera responsable, sino que también promoverá un cambio cultural hacia un consumo más consciente y respetuoso con el medio ambiente.

Conclusión

El nuevo SCRAP para el sector textil y calzado, bajo el proyecto RE-VISTE, supone un avance crucial hacia una gestión más sostenible de los residuos en España. Desde HISPACOOP, consideramos que este sistema tiene el potencial de cambiar radicalmente la forma en que los consumidores interactuamos con los productos textiles y el calzado, tanto durante su uso como al final de su vida útil.

La transparencia, la sensibilización y la accesibilidad son factores clave para asegurar la participación ciudadana en este proceso. Si todos —empresas, administraciones y consumidores— colaboramos en la implementación efectiva del SCRAP, estaremos más cerca de alcanzar los objetivos de sostenibilidad que nuestra sociedad demanda. El éxito de RE-VISTE marcará el camino hacia un futuro donde el reciclaje textil no sea una opción, sino una norma integrada en nuestros hábitos cotidianos.

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