Con la normativa europea se proporciona más información y más clara para los consumidores, especialmente para las personas alérgicas o intolerantes, que ahora pueden exigir indicaciones sobre alérgenos en productos no envasados y restauración.
El Reglamento se aplica desde el 13 de diciembre de 2014, excepto las disposiciones relativas a la información nutricional, que serán aplicables a partir del 13 de diciembre de 2016.
La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) lanzó en julio de 2015 la campaña en la que se explican cuáles son las ventajas del actual etiquetado de alimentos, que se rige por la normativa europea y que ofrece información más clara, completa, y útil al consumidor.